jueves, 5 de noviembre de 2009

PUESTAS DE SOL DESDE LA PLAYA DE MATALASCAÑAS


Disfrutar de una de estas puestas de sol, es una de las cosas más autenticas que
podremos llevarnos de vuelta a casa, tras las vacaciones.



Solo necesitaremos: una silla de playa, un libro, en su defecto una bolsa de pipas, una manguita larga y gente.....(familia o amigos), con la que compartir estos momentos que són en definitiva los que cuentan a la hora de sentirnos felices. Y de un libro precisamente, "Cuentos para pensar " de Jorge Bucay, es lo que pongo aquí al hilo de esos momentos felices.


EL BUSCADOR
Esta es la historia de un hombre al que yo definiria como buscador. Un buscador es alguien que busca. no necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco es alguien que sabe lo que esta buscando. es simplemente para quien su vida es una busqueda. Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él habia aprendido a hacer caso riguroso a esas sesaciones que venian de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió.
Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del camino le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros, y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada... Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar.
El buscador traspaso el portal y empezo a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles.
Dejó que sus ojos que eran los de un buscador, quizás por eso, descubrió sobre una de las piedras aquella inscripción... " Andrés Tobar, vivió 8 años, 6 meses, dos semanas y 3 días". Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar.... Mirando a su alrededor,el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, tambien tenia una inscripción, se acerco a leerla decía " Lucas calvo, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas".
El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenian inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que le produjo más espanto, fue comprobar que el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
-No ningún familiar - dijo el buscador - ¿que pasa en este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que la ha obligado a construir un cementerio de niños?.
El anciano sonrió y dijo : - Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella : a la izquierda que fue lo disfrutado..., a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo, ¿ conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿ cuanto tiempo duró esa pasión enorme, y el placer de conocerla?..... ¿Una semana?, dos?, ¿tre semanas y media? y después.... la emoción del primer beso, ¿ cuanto duró?, ¿ el minuto y medio del beso?, ¿ dos días?, ¿una semana?..... ¿ y el embarazo o el nacimiento del primer hijo?....... ¿ y el casamiento de los amigos...?, y el viaje más deseado...?, ¿ y el encuentro con el hermano que vuelve de un pais lejano...? ¿ cuánto duró el disfrutar de esas situaciones?...... ¿ horas ?, ¿ días ?...... Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es para nosotros el único y verdadero tiempo vivido.
Contemplar una puesta de sol...........
15 Minutos




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1 comentario:

  1. ¡¡¡Precioso Maria,precioso relato...como las puestas de sol...¡¡¡
    He tenido la suerte de veranear alli y verlas...
    Besos.

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